Para conocer cuándo hay que cambiar los discos de freno de nuestro coche podemos guiarnos por los siguientes síntomas:

  • Cuando oímos ruidos estridentes al pisar el pedal de freno.
  • El tacto del pedal de freno se vuelve duro y el recorrido del pedal es mayor de lo habitual hasta que sentimos la fuerza de frenado.
  • El volante vibra al pisar el pedal de freno.
  • Los discos de freno han llegado hasta la marca que trae en su lateral indicando el nivel mínimo de uso recomendado por el fabricante.
  • Los discos de freno están rayados debido a que las pinzas de freno tienen falta de engrase o las pastillas de freno se han cristalizado.
  • Deformación de los discos de freno por sobre calentamiento.
  • Fisuras o incluso roturas de los discos de freno debido a la oxidación o al desgaste excesivo de los mismos.

Algunos Consejos

Es recomendable ir a un taller para que le comprueben el estado de los frenos de su vehículo cuando aprecie algunos de los síntomas que le hemos indicado anteriormente.

Cada vez que se realice un mantenimiento en el sistema de frenado, ya sea cambiar los discos de freno o las pastillas, es necesario hacer un rodaje de unos 500 kilómetros para que se asienten las pastillas de freno y los discos.

Hay que tener en cuenta que durante estos kilómetros el sistema de frenado tiene un menor rendimiento debido a que las superficies de contacto se encuentran lisas.

Aconsejamos a nuestros clientes adaptar el modo de conducción, ampliando las distancias de seguridad y evitando las frenadas bruscas y prolongadas hasta que realicemos el rodaje recomendado para evitar posibles accidentes.

También es muy importante mantener los discos de freno limpios para conseguir una frenada óptima en todo momento y por su puesto, realizar las revisiones periódicas de su vehículo para mantenerlo siempre a punto.


	

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